Con un extenso currículo como realizador de la pequeña pantalla en el que no faltan premiadas propuestas, entre ellas la telenovela Oh, La Habana, Charlie Medina debuta ahora en el cine con el largometraje de ficción titulado Penumbras.
Basada en la obra Penumbras en el noveno cuarto, que escribiera para el teatro Amado del Pino, la película aborda la relación que establecen en la Cuba de la década de 1990 un pelotero famoso en el declive de su carrera, la amante de este y un individuo marginal fanático del béisbol.
Es una historia que te permite hablar de la felicidad, de la soledad, de ese futuro incierto que a veces nos agobia; pero también de la solidaridad entre los seres humanos, del béisbol…
Tiene una gran cantidad de subtemas, pero sobre todo te habla de que lo humano es lo único capaz de hacernos sobreponer a las peores circunstancias, dijo Medina a CMBF, Radio Musical Nacional, en un encuentro previo a la presentación del filme este 9 de octubre en el capitalino cine Chaplin.
CON EL AUTOR
Así lo aseguró a CMBF, mientras recordó que con Penumbras en el noveno cuarto obtuvo el Premio UNEAC de Literatura en 2003, un galardón que siempre quiso tener, según sus palabras.
Después la puesta en escena de Osvaldo Doimeadiós -en 2004- resultó un acontecimiento de público y hasta le dieron el Villanueva de la Crítica Teatral.
Es una obra que incluye temas entrañables para la gente como el amor, el sexo, la pelota, la religión afrocubana asumida sin folklorismo. También la lucha de un hombre desdichado y hasta marginal pero con ribetes de honestidad por salirse del túnel de la droga.
¿Cuál fue su génesis?
Yo le tenía ganas hace tiempo al mundo del béisbol que adoro y tiene mucho que ver con mi relación con mi padre y otros costados decisivos de mi educación sentimental.
Me apasionaba también el mundo -oculto, casi nada comentado públicamente, húmedo, oscuro- de las hace unos diez o doce años desaparecidas Posadas, oficialmente Albergues INIT. Muchos recordarán que era lugares absolutamente legales, de administración estatal, donde las parejas acudían para amarse.
Nunca olvidaré que cuando le mandé el texto de la obra -en correo privado- a mi maestra Raquel Carrió, me contestó con tanta belleza y puntería que le pedí permiso para usar fragmentos de esa carta como Notas al Programa.
Raquel decía algo así como que: -en las posadas nos encontrábamos cosas feas o sucias pero íbamos casi siempre buscando el amor.
El momento en que se me juntaron los cables del tema de la pelota con el de las posadas no lo olvido. Tania -mi mujer- tampoco. La desperté como a las tres de la mañana... Ya sé, el pitcher llega a la posada y el Posadero que lo admira decide mirarle el hueco… Y por ahí todo ese mundo que han disfrutado muchos en el Teatro y ahora pasa al Cine.
¿Cómo valores tu presencia en los medios audiovisuales cubanos?
En cuanto a la traslación de mi dramaturgia al audiovisual hay un antecedente valioso.
Silvano Suárez -uno de los fundadores de nuestra Televisión- adaptó y realizó en 1987 Tren hacia la dicha, la primera de mis obras. El resultado fue bueno y con un excelente elenco: Susana Pérez, Silvia Planas, Hilario Peña, Noel García y Cary Vera.
No he visto la película de Charlie Medina pero tengo la certeza de que es bastante cercana al original.
¿Qué expectativas tienes de esta puesta fílmica?
Supongo que el cambio de lenguaje traerá consigo podas, ajustes y hasta leves cambios. Ese proceso me parece natural y- si se resuelve con eficacia- hasta deseable. El guión -que sí conozco- es de Carlos Lechuga a quien aprecio desde niño y esta desarrollando una pujante carrera.
Me comentaban además que -como la película pudo permitirse un crecimiento en un momento del proceso de producción- los creadores acudieron al libro para agregar nuevos parlamentos y situaciones. Es una rara ocasión esta. Lo más frecuente es que en los rodajes se corte no que se agregue.
Por lo demás, me complace la selección del elenco.
Me parece coherente que Charlie Medina haya preferido el blanco y negro y espero mucho del entorno sonoro a cargo de un maestro como Juan Antonio Leyva.
AMBIENTE DE PENUMBRAS
Llevada al blanco y negro durante la postproducción y concebida con un espíritu minimalista, en la película hay una teatralidad asumida sin temor, que la emparenta con las recientes adaptaciones que de algunos de los dramaturgos del patio han hecho cineastas cubanos.
Actúan en Penumbras Omar Franco, quien también protagonizó con éxitos el estreno teatral de 2004; Tomás Cao, Jorge Alí e Ysmercy Salomón, esta última con su primer rol de trascendencia para el cine.
Todos confesaron haber realizado una completa entrega durante los más de 20 días que duró el rodaje, en estrechas locaciones del barrio de San Isidro, en el capitalino municipio de Centro Habana.
Integran también el staff de la cinta -producida por RTV Comercial y la Televisión Cubana- Vania Valdés en la dirección de producción, Roberto Otero Martínez a cargo de la fotografía y Alain Ortiz como director de arte.
Elio Vives fue responsable del vestuario y Osmany Olivare diseñó la banda sonora, en tanto la música original corresponde a la autoría de Juan Antonio Leyva y Magda Rosa Galbán.
Por lo fidelidad artística del reflejo que arroja de ciertos estratos de la sociedad, la presentación y estreno de Penumbras son sumamente oportunos a pocas jornadas de la celebración del Día de la Cultura Cubana, el próximo 20 de octubre.
Tras su exhibición en el Chaplin, la película pasará a la cartelera de los cines de estreno del país a partir de este 11 de octubre.
Por Adalys Pérez Suárez y Mery Delgado
Fuente: CMBF
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